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viernes, 29 de junio de 2012

EL PALACIO DE LOS CONDES DE LA CORTINA.





Aquí vivió el Conde José Justo Gómez de la Cortina, mejor conocido como el Conde de la Cortina, quien fuera un hombre sobresaliente en el México del siglo XIX; hijo de Ana María Gómez de la Cortina, fue el último heredero de un título nobiliario nacido en 1783. En ese año el rey Carlos III concedió al abuelo de José Justo, de nombre de Servando, el condado de la Cortina; las armas asignadas por el monarca eran un escudo de armas partido y cortado en tres, formando ocho cuarteles.

Don Servando contrajo nupcias con doña Paz Gómez Rodríguez, quien era nieta del Conde de San Bartolomé de Xala (de quien hablaremos más en próximas entradas); de esta unión nació Ana María Gómez de la Cortina, que quedó huérfana de padre y madre y al heredar la enorme fortuna, junto con el título de condesa, mandó construir ésta casa.
El edificio cuenta con una gran fachada con puerta de balcón arriba, ventanas de cantera almohadillada y torreón en una de sus esquinas; se dice que fue modificada al abrirse la avenida 20 de noviembre. Las piezas de habitación y estudio estaban envigadas, la cocina enladrillada y con varios hornos para pan, tortillas y carnes. Actualmente alberga en su interior oficinas y locales comerciales.

En 1799 nació en esa casona José Gómez de la Cortina, que fuera nombrado gobernador de la cuidad de México por Antonio López de Santa Anna en 1834; también fue ministro de Hacienda entre 1838 y 1839, y aunque no parezca, sus actividades políticas pasaban a segundo plano ante su verdadera vocación: las artes y la ciencia.

Fue fundador y primer presidente de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística en 1833; en 1829 había sido nombrado miembro de la Real Academia de la Historia y estuvo en el servicio diplomático de España, donde estudió y vivió muchos años. Era un hombre muy culto, pero también escribió un diccionario de sinónimos, un manual de voces técnicas de bellas artes y el famoso relato de "La Calle de Don Juan Manuel".

Donde tal vez se manifestó su refinamiento al máximo, fue en el arreglo de la "Casa Colorada" del Parque Lira, que a lo largo de su vida adulta fue embelleciendo con terrazas, rampas, escalinatas, fuentes y glorietas. Desde allí editó tres revistas célebres: "El registro Trimestral", con artículos sobre educación, economía, arquitectura y matemáticas; "El semanario para las señoritas", destinado a la educación científica y moral de las mujeres; y "El mosaico mexicano", en el que colaboraron las mejores firmas de la época, como Manuel Payno, José Bernardo Couto y José Bustamante.



jueves, 28 de junio de 2012

LA CATEDRAL METROPOLITANA


Catedral Metropolitana



El segundo recinto sagrado (siendo el primero la Basílica) más importante de la cuidad de México es la Catedral Metropolitana, que se encuentra ubicada en el Centro Histórico. Cada año millones de visitantes nacionales y extranjeros acuden a conocerla, quedando impresionados y maravillados con su magnificencia y majestuosidad; sin embargo éste recinto tiene toda una larga historia que contar, que relataremos a lo largo de éste blog.

La construcción de ésta bella catedral está dedicada a la Asunción de la Virgen María, tiene unas dimensiones de 55 metros de ancho por 110 de largo, cuenta con unas alturas de 30 metros en la nave central. Su construcción duró 242 años y comenzó en 1571, cincuenta años después de la caída de México-Tenochtitlán.

La primera piedra fue puesta por el virrey Martín Enríquez y el arzobispo Pedro Moya de Contreras su construcción tenía el objetivo de que la iglesia tuviera un lugar adecuado para servir a Dios y a la corona española, por eso varios reyes españoles cubrieron todos los gastos, como lo muestra éste pequeño fragmento:

"…la suma del costo de la obra hasta la dedicación de 1657 fue de 1.759.000 pesos. Dichos costo fue cubierto en buena parte por los reyes Felipe II, III y IV Y Carlos II…"

Muchísimos años después, en 1973 el arquitecto al Manuel Tolsá le fue encomendada la tarea de concluir la construcción de la Catedral, que finalmente fue concluida en 1813.
La Catedral fue edificada encima de antiguos recintos aztecas; a lo largo de su construcción y diferentes excavaciones hechas a lo largo de su historia se han encontrada vestigios de templos aztecas. ¿Qué más prueba podemos tener que el Templo Mayor está junto a la Catedral?

Los aztecas ó mexicas llegaron a Aztlán en 1168 y se convirtió en México-Tenochtitlán hasta 1364; a partir de ese año el imperio azteca evolucionó hasta convertirse en una gran cuidad; pero todo esto se acabaría con la llegada de los españoles el 13 de agosto de 1521.
Donde es hoy el Zócalo en aquella época era el centro ceremonial, con una extensión territorial de 500 metros y contaba con 78 edificios, según dicen fuentes documentales.
El edificio que más sobresalía era el Templo Mayor, el cuál fue dedicado a dos deidades: Huitzilopochtli y Tlaloc, dioses de la tierra y el agua.
Después de la conquista, los españoles instauraron la religión católica y con las mismas piedras de los templos construyeron la Catedral.
Fue gracias a las investigaciones realizadas por el programa de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Educación Pública desde el año 1991 a 1998 y al programa de Arqueología Urbana, que se ha logrado conocer las edificaciones prehispánicas que se encuentran debajo de la Catedral Metropolitana; entre ellas se encuentra el Templo del Sol ó de Tonatiuh. También se pueden encontrar vestigios de la primera catedral, que data de 1555 a 1562, los restos de ésta descansan en las entrañas de la nueva Catedral, según hallazgos realizados en 1982.
Las investigaciones surgieron por un grave problema que tiene el Centro Histórico: el hundimiento. Esto es debido a que el DF era una zona lacustre y la extracción de agua a través de los años; el hundimiento ha sido de un aproximado de 7 metros.

Curiosidades

- La Biblioteca Turriana era con la que contaba la Catedral, creada el 21 de mayo de 1534.
- Se le llamó "Turriana" en honor a sus fundadores, iniciando con el jurosconsulto Luis Antonio Torres Quintero
- La biblioteca de la Catedral fue creada por la real cédula del 21 de mayo de 1534, y fue la segunda biblioteca pública que se creó en México, después de la que tuvo la Real y Pontificia Universidad de México (actualmente UNAM)
- La Biblioteca Turriana estuvo en servicio por 63 años
- Parte de su acervo lo podemos encontrar el la Biblioteca Nacional de México
REGLAMENTO DE LA BIBLIOTECA TURRIANA
1. No lo tenas por esclavo, pues es libre. Por lo tanto, no lo señales con ninguna marca.
2. No lo hieras ni de corte ni de punta. No es un enemigo.
3. Abstente de trazar rayas en cualquier dirección. Ni por dentro ni por fuera.
4. No pliegues ni dobles las hojas. Ni dejes que se arruguen.
5. Guárdate de garabatear en los márgenes.
6. Retira la tinta a más de una milla. Prefiere morir a mancharse.
7. No intercales sino hojas de limpio de papiro.
8. No se lo prestes a otros…
9. Aleja de el los ratones, la polilla, las moscas y los ladronzuelos.
10. Apártalo del agua, del aceite, del fuego, del moho y de toda suciedad.
11. Usa, no abuses de el.
12. Te es lícito leerlo y hacer los extractos que quieras…
13. Una vez leído no lo retengas indefinidamente.
14. Devuélvelo como lo recibiste, sin maltratarlo ni menoscabado alguno.
15. Quien obre así, aunque sea desconocido, estará en el álbum de los amigos. Quien obrare de otra manera, será borrado.



sábado, 23 de junio de 2012

EL CRISTO DEL VENENO




Interesante y pavorosa leyenda del México Colonia, pero más interesante y atractiva debido a que aún se conserva como irrebatible testimonio el objeto en torno al cual giran estos hechos: ¡El mismo Cristo del Veneno! Todo aquel que quiera comprobar la veracidad de esta leyenda, puede ver tocar y quizás invocar al Cristo del Veneno, que se encuentra en el museo de la Catedral Metropolitana.
Hace algunos años esta negra escultura estuvo expuesta en la iglesia de Porta Coeli, en la hoy sexta calle de Venustiano Carranza, muchos pudimos ver qué cantidad de milagros y ex – votos tenía este cristo. ¿Pruebas éstas de que había causado bien o causado mal? ¿Por qué? Antes veamos un poco de la historia  de donde parte la leyenda, para formar estos hechos extraordinarios, así que subámonos a la máquina del tiempo para ubicarnos en el año de  1603, cuando fueron comprados los terrenos para el convento de los dominicos; en aquellos lotes que formaban parte de las casas de la antigua calzada de Iztapalapa fue concluida la obra en el siglo XVII. El 22 de mayo de 1711 fue dedicada la iglesia, y desde ese día la calle tomó el nombre de Porta Coeli; de entre las imágenes que se colocarían en los altares del templo, estaba un Cristo crucificado de hermosa talla traído de España.
Ahora veamos al personaje que los insólitos acontecimientos iban a ligar con el Cristo: era nada menos que el obispo Gaytán. Pese a su investidura,  se caracterizaba por ser un hombre humilde, vivía en una celda donde se recogía después de rezar ante el Cristo, y todos los días al salir besaba los pies de la escultura, lo cual ya era una invariable costumbre. El obispo era un denodado defensor de la justicias, y sostuvo batallas tremendas contra los múltiples atropellos de la Inquisición; estos hechos nos los cuentan los antiguos documentos en donde describen todo lo que hizo ante los tribunales de la fe. En aquella época nadie tenía derecho a la defensa, cuando el Santo Oficio atrapaba a alguien, muy pocos salían vivos de aquellas infernales mazmorras, a donde el obispo iba a ver a las víctimas para auxiliarlas hasta el final; y respetado por su rango y por su personalidad, entraba a veces hasta las cámaras de tortura para impedir los tormentos.
Pero un día sucedió, que la codicia tomó la forma de hombre y este a su vez, la del Diablo, y fue a tentar a dos oidores, este individuo llevaba por nombre el de Ignacio Alonso de Miranda, quien les relató su historia de cómo hacerse rico en tiempo record: A él y a su compañero don Gaspar de Nuño les informaron de yacimientos de oro en el noroeste del país, pero ya cuando estaban más cerca del tesoro, don Alonso decidió quedarse a divertirse con mujeres; en tanto don Gaspar y dos indios que le condujeron al sitio, marcharon en busca de las minas de oro sorteando peligros, padeciendo mil penalidades, pero dos años más tarde regresó a la ciudad cargado del preciado metal y a la sazón, uno de los hombre ricos de la Nueva España. Una vez concluido su relato,  el codicioso caballero les pidió su ayuda a los oidores para quitarle sus minas y riquezas acusándolo de herejía, ya que el pretexto perfecto eran los indios con sus ídolos.
Ajeno a cuanto se tramaba en su contra, en su lujosa casona don Nuño se preocupaba por catequizar a los indios, enseñándoles la religión cristiana, pero esta calma duraría poco tiempo, pues dos días más tarde se escucharon fuertes golpes a la puerta, seguidos de una siniestra voz que hacía temblar hasta a los más osados: "¡Abrid en nombre de Santo Oficio!". Tan pronto abre la puerta, oidores y criados se precipitaron al interior de la casa para notificarle que se le acusa de herejía; acto seguido los dos indios tlaxcaltecas, fieles sirvientes y amigos de don Nuño, atacan a los soldados, sucumbiendo ante sus armas. El dueño de la casa aprovecha la confusión y sale huyendo con la agilidad milagrosa que proporciona el miedo, y sobre todo ese miedo al Santo Oficio,  logrando llegar a la calle y de ahí hasta la celda en que vivía el bueno y santo obispo Gaytán.
Le contó todo lo sucedido al religioso, y este decide esconderlo en Porta Coeli mientras cae la noche para mandarlo rumbo Texcoco con unos amigo. Y como en  todos los casos, el obispo recurre a la escultura del crucifijo para implorarle ayuda en su lucha por la justicia, y como fuera siempre su costumbre, besa con profunda unción los pies del Cristo.
Mientras tanto, en la lujosa casa de don Nuño en la calle de Balvanera, el Santo Oficio incitado por la codicia y la maldad, destruía todo por medio del fuego; por supuesto que iban a buscar al caballero por cielo mar y tierra para apresarlo. Esa misma noche el obispo envía con un cochero de confianza al perseguido hasta un sitio en que encontraría seguridad.
Al día siguiente se indica la causa en ausencia en contra de don Gaspar de Nuño, acusándole de diabólicos procedimientos y actos de hechicería; mientras se llevaba a cabo la lectura del veredicto entra el obispo Gaytán gritando que tal acusación era una vil mentira, en la sala se produce conmoción, pues hasta entonces nadie había osado llamar mentiroso  a ninguno de los crueles fiscales y oidores, pero el religioso junto con el auxilio del Cristo de Porta Coeli avanzó sin inmutarse. Entonces se inició un juicio que duró días, tantos documentos, tantos testimonios de las obras de caridad  cristiana y de socorros que hacía a la iglesia don Gaspar de Nuño, que logr´po que fallaran que era inocente; por primera vez en la Nueva España, un pregonero del Santo Oficio hizo público su fallo.
Ni tardos ni perezosos, los oidores falaces y ambiciosos fueron a intrigar ante el arzobispado, buscando la venganza contra quien les había evitado hacerse ricos, y nadie sabe cómo y porque, pero prosperó cizaña contra el bondadoso obispo. Días más tarde un fraile le entregaría una carta, en la que decía que debía permanecer en el convento de Porta Coeli en quieto retiro hasta que se le ordenara lo contrario; el religioso solo se arrodilló a orar, de sus labios no salió una frase contra sus enemigos, y después de ese día observó con resignación y disciplina la orden que se le había dado.
A fin de evitar la venganza del Santo Oficio, don Nuño desapareció de la Nueva España, y entonces don Ignacio centró su odio en el obispo y sin mucha demora entró en acción esa misma tarde,  cuando  vio salir al sacristán de Porta Coeli y decide valerse de el para obtener informes del religioso, claro que mediante módica suma de oro soltó la lengua sobre su rutina diaria, pero sin obtener mucha información decide citarlo en un lugar más privado para que le cuente todo con lujo de detalle.  Días más tarde se reúnen en una taberna, el sacristán le relata al don Ignacio el día a día del obispo hasta el más mínimo detalle, entre ellos la costumbre que tenía de besar los pies del Cristo después de la oración; esto haría que el codicioso caballero formularía un plan para acabar con su enemigo.
Noches después don Ignacio le hace entrega al sacristán, de un pomo conteniendo activísimo veneno para que lo depositara en los  pies del Cristo; entonces el sobornado obedece y vierte, ocultándose de la gente, el líquido en los pies de la imagen. Al día siguiente el sacristán vigila al obispo Gaytán que reza ante el Cristo; pero después de concluidas sus oraciones, se inclina para besar los pies del redentor, entonces ante el asombro y el espanto del sacristán, la imagen empieza a encoger las piernas, y a medida que las iba encogiendo para evitar que el religioso bese sus pies, el Cristo se va poniendo negro.  El obispo sorprendido alza los ojos y ve que se ha puesto totalmente negro, entonces el sacristán cae de rodillas pidiendo perdón y poco después confiesa que don Ignacio le dio una botella con un líquido para que lo vaciara en los pies del Cristo.
Ante suceso tan insólito, se mandaron hacer investigaciones y descubrieron que el líquido misterioso era un muy potente veneno que el Cristo había absorbido. Pero lo que no sabía ni el obispo ni el sacerdote investigador,  es que las tantas veces pecador Ignacio Alonso de Miranda, por designios del señor, recibiría en esos momentos  terrible castigo: sus amigos asustados retroceden, don Ignacio lanza un grito de terror y cae de la silla, y vieron con espanto como las piernas se le encogían como al Cristo de Porta Coeli; y así por muchos años vivió, si así puede llamársele a lo que pasó en la tierra al terrible pecador.
Al conocerse los pormenores del  increíble suceso, cientos de fieles y curiosos acudieron a la iglesia de Porta Coeli para admirar al Cristo Negro, y pronto la imagen se le conoció como "El Cristo del Veneno", pues era ya mucha la fama de que curaba toda clase de envenenamientos. Según nos dice la leyenda, la milagrosa imagen evitaba envenenamientos, pero las hechiceras buscaron la forma maléfica de que obrase en sentido inverso, y se cuenta también que una dama fue a  la iglesia para rezar al revés las oraciones que le diera una bruja, y el vulgo sostuvo que allá en casa de la amante del esposo, este había muerto envenenado.
Muy pronto en toda la Colonia se dijo que el Cristo de Porta Coeli, así como aliviaba a los envenenados, causaba también la muerte por veneno. Y se asienta en documentos, que doña Herlinda Astudillo de Guevara, bella y joven mujer fue víctima de una cruel venganza de su despechado enamorado con el piquete de una serpiente, y mientras un criado mataba al reptil, los ancianos padres encomendaban la vida de su hija  al Santo Cristo del Veneno, prometiéndole que la muchacha ingresaría a un convento; Doña Herlinda se salvó de la muerte, profesó y con los años fue superiora del convento de las Capuchinas.
Mucho luchó la iglesia por terminar con la malvada e insana leyenda en torno del Cristo. Transcurrieron los años, vino la Independencia junto con las leyes de Reforma, en donde el colegio y convento de Porta Coeli, fue intervenido por orden del presidente Juárez. En el convento se instalaron comercios, entre ellos la famosa tienda de don Blas Sanromán, conocida como "Las Siete Puertas"; con el tiempo el templo fue abierto para el culto, pero lo que siempre continuó sin interrupción  en esa iglesia fue el culto al Cristo del Veneno. ¿Tantos milagros y exvotos que se retiraban  periódicamente patentaron los milagros obrados por el Cristo?
Luego vinieron otra vez tiempos difíciles para el clero y los templos católicos fueron cerrados, y ya nadie tuvo acceso a la iglesia de Porta Coeli, pero cuando se reabrieron templos se notó que el Cristo del veneno había desaparecido. Pero las lenguas se soltaron y hubo quien dijo que la iglesia para evitar culto tan tremendo, cuando por maldad se hacía, se decidió  incinerar el Cristo; y por esa época se dijo también que el Cristo fue escondido en una casa en Tacubaya. Lo cierto es que la imagen rodó de aquí para allá con peligro de perderse, de que llegara a destruirse tan maravillosa y antigua obra del arte colonial, pero hace años unas damas religiosas llevaron a la Catedral Metropolitana la maravillosa y legendaria escultura.
Después de mucho pensarlo, un religioso decidió no colocarla en altar alguno para evitar los milagros y contra – milagros, hasta que un día el encargado del museo religioso de México descubrió la escultura. ¡Y ahí la tienen! La pueden visitar todavía y podrán ver que está negro con las piernas encogidas, tal como nos cuenta la leyenda. Quizás alguno de ustedes vuelva a invocarla… si, para bien o para mal. ¿Creen que existe tal cosa? ¡Prueben!  
No, sería peligroso, recuerden el desagradable fin de don Ignacio.




miércoles, 20 de junio de 2012

EL CONVENTO DE JESUS Y MARIA


El Convento de Jesús María

"Hay cosas viejas que nunca envejecen" (L.G.O)


El Convento de Jesús María
ubicado en calle de Corregidora.

Allá en el siglo XVI,hubo un hombre en México llamado D.Pedro Tomas de Denia ,el cual,viendo el estado miserable que guardaban algunas hijas y nietas de los conquistadores, y considerando los pelgros a que se hallaban expuestas ,resolvió fundar un convento en el que fuesen admitidas sin exigirseles dote alguna.
Denia comunicó su proyecto a D. Gregorio de Pesquera quien lo aprobó, y con un capital que dio el primero y varias limosnas colectadas, se compró para la fundación del convento, el 11 de Abril de 1578, una casa perteneciente a D. Pedro Farfán, que según se cree existió en la esquina de la Mariscala y el callejón de la Santa VeraCruz .
La construcción de la vivienda e iglesa tuvó un costo de $5000; el 21 de enero de 1578, se expidió el breve que permitía el establecimiento y el 10 de febrero de 1580, varias religiosas de la Concepción pasaron a aquél sitio en calidad de fundadoras y maestras.
Se convino que el convento se llamara de Jesus María, que estuviera bajo las reglas y constituciones de la Concepción, vistiendo el mismo hábito que el de éste las nuevas monjas. Debian regir, además, unas ordenanzas que formó Denia, y aprobó y corrigió el arzobispo D. Pedro Moya de Contreras
De 39 doncellas que pretendieron tomar el hábito en Jesus Maria solo fueron admitidas, por escasez de fondos, trece de ellas.
Fuente;
México Viejo
Luis González Obregón



lunes, 18 de junio de 2012

GLOSARIO DE TERMINOS ARQUITECTONICOS EN LAS IGLESIAS







ABSIDE.
Es un nicho que se abría en un extremo del edificio de la basílica romana. Posteriormente, se extendió el término a la parte posterior de una iglesia, detrás del altar. En general, es de forma semicircular (cuadrangular, poligonal, octagonal, etc.) y cerrada con bóveda.
ALTAR.
En las religiones más primitivas era una piedra destinada a los sacrificios. Posteriormente se convierte en una losa de piedra o de bronce donde se colocaban las ofrendas para la divinidad y en la antigüedad greco-romana, alcanzó una importancia cultual única. El cristianismo dio un nuevo sentido al altar. Primero consistía en una losa de mármol que se colocaba sobre el sepulcro de algún mártir, posteriormente alcanzó su riqueza simbólica, pues el altar significa, por una parte a Jesucristo como la piedra angular de la Iglesia, y por otra, es la Mesa donde se celebra la Santa misa, memorial del Señor y actualización de su Sacrificio. Al paso del tiempo, los diversos estilos artísticos han enriquecido el altar cada uno con su propia aportación: el gótico, el barroco, el neoclásico, etc.
En la actualidad se da la tendencia a devolverle al altar su sencillez y sobriedad primitiva.
AMBÓN.
Es el nombre dado a cada una de las tribunas o pequeños púlpitos que se colocan simétricamente en los extremos del presbiterio -que es el espacio donde los presbíteros o sacerdotes celebran los misterios sagrados- a ambos lados del altar mayor y generalmente en alto, porque es desde allí donde se proclaman las lecturas bíblicas: el ambón de la derecha es exclusivo para el Evangelio y el izquierdo del altar para las lecturas del Antiguo y Nuevo Testamento.
ARCADA
Serie de aberturas que se dan entre las columnas y cuya parte superior termina en forma de arco; la forma del arco varía ampliamente según la propuesta de los diversos estilos arquitectónicos (arcada ciega, figurada, falsa, etc.).
ARCO.
Es una curvatura que seconstruye, o bien en la parte superior de una arcada, o bien para cerrar las bóvedas. El arco tiene muchas variantes: según su forma, puede ser ojival, de herradura, de medio punto, etc; según su función, puede ser arco de descarga, formero, perpiaño, etc; según el lugar que ocupan en el edificio, puede ser arco toral, arco triunfal, etc.
ARMADURA.
Se llama así a la armazón o cimbra sobre la que se montan los arcos, las bóvedas, las arcadas y, en general, la parte superior del edificio. En la escultura, es el conjunto de elementos de sostén, generalmente metálicos que constituye el esqueleto de la obra.
ARQUITRABE.
Es la parte inferior de una pieza que descansa directamente sobre el espacio que sale de los capiteles de las pilastras o de las columnas y que une a éstas de dos en dos.
ATRIO.
En la época romana, era el patio interior de una casa rodeada de pórticos. En el arte cristiano se le llama así al patio que precede al pórtico de una basílica. Por extensión, se llama atrio al patio que queda enfrente a la entrada de una Iglesia. En un momento, el atrio sirvió como panteón cristiano, como todavía puede verse en algunas iglesias en México, por eso estaba bardado. En la actualidad se tiende a volver nuevamente al sentido primitivo, como espacio sagrado que prepara a la celebración de los misterios cristianos.
BAJORRELIEVE.
Composición esculpida en forma que se hace un todo con el fondo, sobre el cual destaca por un leve resalto dando la impresión que sale del fondo mismo de la obra.
BALAUSTRADA.
Serie de pequeños pilares de diversos materiales (madera, piedra, metal) que, unidos entre sí por un pasamanos, sirve, además de adorno, para evitar una caída en balcones, terrazas, escaleras, etc.
BARROCO.
Estilo artístico que surge como una reacción al Manierismo italiano. Dura de finales del siglo XVI a mitades del siglo XVIII e influye en todas las artes, literatura, arquitectura, escultura, pintura etc. Se caracteriza por reunir en un todo, muy ornamentado, arquitectura, pintura y escultura. Se trata de una síntesis llena de movimiento en donde lo más importante es el conjunto más que el detalle y es audaz y llena de artificios. Se utiliza en retablos, portadas, arcadas, pilastras, etc.
BÓVEDA
Obra arquitectónica de forma arqueada que cubre el espacio entre cuatro muros o varios pilares. Existen numerosos tipos de bóveda: ojival, claustral, palmeada, tabicada etc.
CAMPANARIO.
Torre de planta cuadrangular o circular en cuya parte más alta están colocadas las campanas de una iglesia. Tiene varios tipos según el país, la orden religiosa o la época de construcción y puede formar parte del edificio o bien tener planta propia.
CAPILLA.
Espacio dedicado al culto de pequeñas dimensiones y en un principio de carácter privado. En el siglo XVI, particularmente en México, se hacen muy frecuentes y en las grandes catedrales se añaden a lo largo de las naves, por eso se llaman "Capillas laterales".
CAPITELES.
Es la parte superior que corona a una columna y la articulación entre lo que soporta (arquitrabe, viga o arco) y el soporte (columna). En la arquitectura clásica se conocen tres órdenes: el dórico, el jónico y el corintio. En el gótico, aparecen decorados por abundante follaje.
CATEDRAL.
Iglesia principal donde preside el obispo de una diócesis. Viene de "cathedra" que se traduce por "sede", lugar desde donde enseña el maestro. Por extensión, es el servicio de enseñanza que tiene de modo especial el obispo y lo realiza desde su Catedral.
CIMBORIO.
Cuerpo cilíndrico que sirve de base a la cúpula y en donde se colocan los ventanales de iluminación. Igualmente recibe este nombre lo que corona la cúpula, la linterna o linternilla.
CLASICISMO.
Tendencia artística que toma su nombre de los tiempos clásicos y se caracteriza por el sentido de las proporciones, el equilibrio y la armonía. Se consideran dos épocas clásicas: el siglo V a. C. en Grecia, y el siglo XVII d. C. en Francia. En España recibió el nombre de neoclásico.
COLONIAL (ARTE).
En América Latina se le llama al resultado de las tendencias artísticas que vinieron de Europa a través de los españoles, y las tendencias artísticas de las culturas precolombinas del Nuevo Mundo. La mano indígena se deja sentir sobre todo en la imaginación del barroco en iglesias y catedrales, palacios y monumentos.
CORO.
Parte de una iglesia destinada al rezo y al canto de las horas canónicas o Liturgia de las Horas y que normalmente se encuentra en las iglesias en la parte posterior y superior de la construcción. En las catedrales el espacio coral queda en la nave central y generalmente cerrado por muros.
CÚPULA.
Casquete superior hemisférico, que cubre una superficie circular, ovalada o poligonal. En general colocada hacia el centro del edificio. Tiene muchas variantes en su ornamentación tanto en la interior como en la exterior. A veces la parte interior de la cúpula esta pintada con alegorías.
CHURRIGUERESCO.
Nombre dado al estilo muy personal de la familia de arquitectos, escultores y pintores de apellido Churriguera que consagraron este estilo y cuyos trabajos llenaron los siglos XVII y XVIII en Madrid y Salamanca. Se le identifica con el barroco tardío español y cuyo estilo toma algunos elementos del gótico, plateresco y barroco, con una exhuberancia tal, que oculta casi por completo las líneas constructivas. El churrigueresco influyó mucho en la arquitectura colonial del arte hispamericano.
ESTÍPITE.
Columna decorativa formada por una pirámide truncada y alargada. Su base y capitel son de estilo clásico. Muy usada en la arquitectura y retablos españoles y latinoamericanos. Se trata de un elemento muy importante en el esplendor del barroco.
ESTUCO.
Superficie decorada como imitación del mármol, compuesta por cal, yeso y polvo de mármol y es muy utilizado en el estilo barroco.
FACHADA.
Parte exterior de un edificio ricamente decorado y vistoso. Generalmente son las entradas principales de un edificio o iglesia.
FUSTE.
Cuerpo de una columna entre la base y el capitel. Puede ser de un sólo bloque, o bien formado por partes superpuestas y es normalmente en forma cilíndrica. En la columna salomónica toma la forma de una espiral.
HERRERIANO.
Estilo arquitectónico creado por Juan de Herrera en el siglo XVI. Se caracteriza por ser una construcción sólida, sobria, monumental y muy amplia. El más grande ejemplo es el Escorial en España. Este estilo influyó mucho en la América de Felipe II.
LINTERNA (LINTERNILLA).
Es una torre que remata la cúpula por el exterior de un edificio o de una iglesia. Tiene como función iluminar la cúpula por el interior, por esto está formada de ventanillas.
NAVE.
Es la parte en forma de navío, en el interior de una iglesia y se extiende desde el pórtico hasta el ábside, o por lo menos hasta el transepto y se ubica entre las columnas que sostienen las bóvedas. En general, las iglesias tienen tres naves, aunque pueden ser cinco lo que las hace monumentales, como en la Catedral de México, o siete como en la de Sevilla que la hace grandiosa. Además, como son espacios en los que se hacen las procesiones, por eso se les llama también "naves procesionales".
NEOCLÁSICO.
Movimiento artístico que surge como reacción al barroco tardío llamado rococó en la mitad del siglo XVIII, y cubre su influjo todo el siglo XIX. Es una vuelta a la arquitectura clásica e Influyó mucho en Latinoamérica hasta el siglo XX.
PILASTRA.
Elemento arquitectónico cuya función es sostener otras partes del edificio. Generalmente están adosados a las fachadas, o empotrados en los muros de la construcción. Fue muy usada en el estilo neoclásico.
PLATERESCO.
Llamado así porque su estilo se asemeja a la orfebrería y de modo especial a la platería. Es un estilo arquitectónico que influyó en España venido de Italia y pasó a Latinoamérica. Se caracteriza por su exhuberancia ornamental aunque no tanto como el Barroco Sobresalió sobre todo algunos años del siglo XVI y quedó superado por el Herrerianismo, pero después influyó en el Barroco.
PORTADA.
Puerta ornamentada y monumental de un edificio o iglesia. Forma parte integral de la mis- ma fachada.
PREDELA.
Parte inferior de un retablo que está generalmente dividida por pequeños paneles en los que se colocan pinturas de poca dimensión y que forman un todo con el retablo.
PRESBITERIO.
Espacio interior de una iglesia que se sitúa generalmente al fondo de la nave central y en frente del ábside. Por extensión es el lugar donde los presbíteros celebran los Misterios Sagrados.
RETABLO.
Obra arquitectónica interior o exterior de una iglesia que forma un conjunto con pinturas, esculturas, columnas, nichos, y gran ornamentación que componen la decoración de un altar. Fue del siglo XVI al XVIII cuando alcanzan su máxima expresión artística.
TRANSEPTO.
Es la nave transversal de una iglesia y la que le al edificio la forma de cruz latina y es en el transepto en donde generalmente se coloca la cúpula.



lunes, 11 de junio de 2012

PARTES DE UN RETABLO




La palabra 'retablo' proviene del latín, retro tabularum, que significa tabla que se coloca detrás. Se trata de una compleja estructura en la que se conjugan la arquitectura, la escultura y la pintura, dispuesta delante del muro de cierre de una capilla, encima del altar. Tiene su origen en la antigua costumbre litúrgica de colocar para su adoración, reliquias o imágenes de santos sobre los altares.

Lo mas común es que para su estructura se emplee la madera, (pino, castaño, peral, roble, nogal y tejo); pero no son extraños tampoco aquéllos construidos en piedra, alabastro, mármol y otros materiales duros y semipreciosos como el lapislázuli y la malaquita.

Los distintos elementos

Ático: parte superior de la calle central de un retablo. Suele ser el lugar elegido para disponer un calvario.

Banco: parte inferior o basamento de un retablo. En ocasiones puede estar dividido en dos pisos, en cuyo caso se denomina sotabanco; el más próximo al suelo, predela.

Calle: nombre que reciben cada una de las divisiones verticales de un retablo, en ocasiones separadas unas de otras por particiones más estrechas denominadas entrecalles.

Casa: cada uno de los espacios de forma cuadrangular o rectangular que, abiertos en los cuerpos y calles de un retablo, sirven para alojar pinturas o esculturas.

Cuerpo: cada uno de los pisos o de las divisiones horizontales de un retablo.

Entrecalles: divisiones verticales más estrechas que las calles y que las separan unas de otras.

Guardapolvo: pieza o saledizo que enmarca un retablo tanto por los laterales como por la parte superior.

Polsera: guardapolvo.

Predela: del italiano predella; banco.

Sotabanco: parte inferior de un banco de retablo de dos pisos.

Técnicas artísticas del retablo

Aparejo: fase previa a la labor de policromía de una escultura en la que se prepara la madera para recibir los pigmentos. En primer lugar, se alisaba toda la superficie, rellenando todas las posibles grietas y huecos, para aplicar varias capas de yeso. En un segundo momento, se aplicaba una capa de arcilla roja muy untuosa, que era la que servía de base a la pintura. Una vez seca, se podía proceder ya al dorado y estofado de la pieza.

Dorado: Técnica artística consistente en la aplicación de panes de oro sobre una superficie, ya sea arquitectónica, pictórica o escultórica. El acabado podía ser mate o brillante.

Encarnado: Tras dorar y estofar una escultura, el último paso en su decoración es aplicar en manos pies y rostros, los colores que asemejarán al tono de la piel; a esta acción se denomina encarnado.

Ensamblador: Ensamblar, en carpintería, es la operación de encajar diferentes piezas, hasta dar a un objeto la forma deseada. Pero la labor del ensamblador dentro del proceso de construcción de un retablo es mucho más amplia y compleja, ya que no se limita al mero trabajo mecánico de montar y hacer coincidir las distintas partes que lo conforman; también es el encargado, entre otras funciones, de establecer contacto con el cliente, de presentarle la traza y el diseño de las formas, del transporte de los materiales hasta el taller, del corte de las piezas en las molduras y perfiles requeridos y, finalmente, de su montaje y encolado.

Entallador: En el arte español se aplica este nombre, de modo genérico, al artista o artesano que se dedica a la labor de talla en madera. De este modo, y dentro del proceso de construcción de un retablo, el entallador sería el encargado de la parte ornamental de la arquitectura (relieves del banco, tallas de las columnas y pilastras de las calles...), frente al escultor, autor de las figuras de gran tamaño.

Estofado: Fase que sigue a la del dorado en el proceso de policromar una escultura. Una vez aplicada la base de pan de oro, ésta se cubre por encima con pintura al temple. Una vez seca, se rasca el color con un pequeño punzón en los lugares en los que se desea que aparezca un efecto dorado. Suele ser común su empleo para marcar los pliegues de las vestiduras.

Mazonería: el término define, de modo genérico, toda labor constructiva realizada en cal y canto. Aplicado a los retablos, hace referencia únicamente a su parte arquitectónica, distinguiéndola de las esculturas y pinturas que puedan estar insertas en ella.

Policromía: Proceso por el cual se pintan de varios colores las obras artísticas. El término se utiliza especialmente en el ámbito de la escultura: cuando una estatua ha sido pintada, se dice de ella que está policromada.



viernes, 8 de junio de 2012

CONVENTO DE JESUS MARIA EN EL ABANDONO



Días de abandono

El ex convento de Jesús María está en espera de una intervención anunciada recientemente; a más de 430 años de construcción, el edificio es un claro ejemplo de la arquitectura clásica.


El convento fue construido por Pedro Briseño y en un principio estuvo destinado a las hijas de los primeros conquistadores que no tenían dote. (Foto: Cortesía Archivo Histórico INAH) El convento fue construido por Pedro Briseño y en un principio estuvo destinado a las hijas de los primeros conquistadores que no tenían dote. (Foto: Cortesía Archivo Histórico INAH)
Tras sufrir una gran cantidad de modificaciones y albergar locales comerciales el inmueble de Jesús María y Corregidora quedó totalmente deteriorado. (Foto: Marcos G. Betanzos Correa) Tras sufrir una gran cantidad de modificaciones y albergar locales comerciales el inmueble de Jesús María y Corregidora quedó totalmente deteriorado. (Foto: Marcos G. Betanzos Correa)
En medio de un incesante bullicio y una serie interminable de puestos ambulantes resulta casi imperceptible el ex convento de Jesús María, uno de los edificios que poseyó más belleza en su época. Lejos de sus días de esplendor, en la actualidad su estado ruinoso lo hace parecer hostil. 
 
El inmueble de Jesús María y Corregidora (Centro Histórico de la Ciudad de México) fue construido bajo el mandato del papa Gregorio XIII y la iniciativa de Gregorio Pesquera, un hombre acaudalado cuyo propósito fue fundar un convento para las hijas de los primeros conquistadores que no contaran con dote alguna.
La edificación del convento estuvo a cargo del arquitecto Pedro Briseño e inició en 1578, pero se vio frustrada en 1611 debido a un sismo. Posteriormente, los trabajos continuaron hasta verse concluidos en 1621, con una celebración magna que el mismo Carlos de Sigüenza y Góngora registraría en su libro El paraíso occidental. 

Pero hacia 1861 las religiosas fueron exclaustradas. El convento se fraccionó y albergó vecindades y bodegas. Así se mantuvo hasta 1938, cuando fue remodelado para dar cabida el cine Progreso Mundial. Luego lo utilizaron como tienda de muebles (Viana) y su decadencia comenzaría al alojar un billar, bodegas y baños públicos, entre otros establecimientos. 

En 1982, cuando inició el rescate del claustro principal, se evidenció su detrimento: el intemperismo, los hundimientos diferenciales y todas las adaptaciones negativas ya habían dejado huella.
A poco más de 430 años de historia duele ver la indiferencia por el pasado, reflejada en la desatención del ex convento de Jesús María, edificio que está en espera de que se lleve a cabo una oportuna intervención que fue anunciada recientemente.



LOS DULCES DE MI INFANCIA



Ayer que me puse nostálgico a recordar cosas de la niñez, me acordé algunas de las cochinadas que nos metiamos a la panza y que disfrutabamos mucho. Aquí algunos que me acordé, con imágenes colgadas en la red:

Por supuesto Burbusoda! Me encantaba el sabor y el cosquilleo en la lengua:





Otro muy famoso y rico, el Chupirul (El rey de los Pirulís!), aunque no lo recuerdo con esta envoltura. Lo que si, es que chupandolo con fruición, uno podía, textualmente, sacarle punta y quedaba filosisimo, se dejaba endurecer y se podía andar picandole dolorosamente las costillas (y otras partes non sanctas) a los compañeros:




Las Palelocas!! Tenían la ventaja de ser dos (aunque uno en aquella época careciera completamente de novia con quien compartir). Esta imagen ya la habían subido a este hilo (plus, viene con Piedrulces, también de la otra foto, que eran aciditos y ricos!)






Y hablando de chiclosos, mis favoritos eran los Ko-Ri (ni me acordaba de ellos hasta que vi la imagen en internet). Había tamaño grande y pequeño, y eran sumamente pegajosos. Con el grande, textualmente, me atascaba la boca y dejaba que se fuera derritiendo, (con ayuda de salvajes mordidas) Rico!!




Y finalmente,  alguna imagen de otro chicloso que fue muy famoso incluso (parece ser) desde los años 50, los Toficos, que eran más caros que los Ko-Ri y, claro, más ricos. Anduve buscando, y por ahí en la página de Dulces Montes aparece una referencia de fábrica, aunque sin imagen. Y en la red sólo pude conseguir esta:




Y a ustedes que dulces les gustaban?? Quizá sea uno de los temas más disfrutables, por los recuerdos que hacen que a uno se le haga agua la boca.
sin faltar las charamuscas, las trompadas y las pastillas de tamarindo, los cuales venían encuerados, sin envoltura.


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PALACIOS DESAPARECIDOS Y EXISTENTES EN LA CIUDAD DE MEXICO





Existentes

1. Palacio de Iturbide
2. De los Condes de Heras y Soto
3. De Santiago de Calimaya
4. Palacio de los Condes de San Mateo de Valparaíso
4. De los condes del valle de Orizaba
5. Del marqués del Prado Alegre
6. Del marqués del Apartado
7. De los Condes de San Bartolomé de Xala
8. De los Condes de Buenavista
9. Del Conde de Miravalle
10. Del marqués del Valle de Oaxaca (actual Monte de piedad)
11. Del conde de regla (En ruinas, fachada existente)
12. Casas Del Mayorazgo de Guerrero
13. Casa de los mascarones

Demolidos;

1. Del marqués de Ciria, mariscal de Castilla
2. Del marqués de Santa Fe de Guardiola
3. Palacios (2) de los marqueses de Uluapa
4. Del marqués de la colina
5. Del marqués de San Roman
6. Del marqués de Rivas Cacho
7. Del marqués de Herrera
8. Del marqués de Salvatierra
9. Del marqués de Santa Cruz de Inguanzo
10. Del marqués de San Miguel de Aguayo
11. Del conde de Medina Torres
12. Del conde de la Cortina
13. Del marqués de Selva Nevada
14. Del marqués de Castañiza
15. Del marqués de San Juan de Rayas
16. De Don Antonio Basco. No noble, pero vivía en un palacio


No identificados (quien sabe si existan):

1. En calle de Palma, la casa de Palma. Seguramente de un noble no identificado.
2. Casa De Uruguay 117, posiblemente perteneciente a un noble no identificado.
3. Casa de 5 de febrero, # 18. El mismo caso que los dos anteriores.

Y claro, los palacios administrativos, que no tomamos en cuenta.

Total: 13+16+3 = 32 palacios señoriales

Ah!!! y la casa de Don José de la Borda (aun existente) 33 casas señoriales



RESCATE DEL CLAUSTRO DE LA MERCED






Considerado el más rico del virreinato, el inmueble, que empieza a recuperar su fisonomía original, albergará el Centro Nacional de la Indumentaria, el Diseño Textil y la ModaEl ex convento de la Merced, el inmueble virreinal que de acuerdo con el arquitecto Federico Mariscal fue "el más rico de todos los conventos de México y quizás el más bello recinto barroco, lujoso y exuberante", es recuperado después de más de un siglo de abandono.

La edificación del siglo XVII que tanto defendió el Dr. Atl en los años veinte del siglo pasado (había vivido en la azotea del ex convento), empieza a recuperar su fisonomía original, dice Jesús Enrique Velázquez, coordinador nacional de Obras y Proyectos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Un grupo de trabajadores lleva a cabo su restauración, bajo la vigilancia de arqueólogos, arquitectos y restauradores del INAH para transformarlo en el Centro Nacional de la Indumentaria, el Diseño Textil y la Moda.

Luego de la pugna con la Academia de Artes —que ostentaba su custodia y lo proyectaba como su posible sede—, el ex convento es restaurado de forma integral con la aspiración de darle un uso social.



"El caso lo desconozco, el inmueble es del INAH, hay escrituras y documentos, así que la relación con el edificio, declarado monumento histórico en los años ochenta, está más allá de los términos normativos", dice Velázquez.

A muchos habitantes de la Ciudad de México les puede resultar increíble que en medio del caos y del desorden urbano del barrio de la Merced exista este remanso de paz de gran belleza y con un gran legado histórico.

Desde 2009 el INAH se propuso recuperar el recinto que es, quizás, el mejor ejemplo de la arquitectura mudéjar, no sólo en este país, sino en América, para instalar este nuevo museo.

Para emprender el trabajo el INAH solicitó 103 millones 29 mil 255 pesos. En una primera etapa de las obras se invertirán alrededor de 50 millones de pesos para la investigación y registro de las etapas arquitectónicas, el retiro, desmantelamiento y demolición de elementos ajenos a la estructura original del inmueble, así como su estabilización, restauración y adecuación de espacios.



Una vez recuperado el espacio, precisó el funcionario del INAH, se le colocará una cubierta para favorecer la conservación de los elementos históricos, se pondrá una cubierta de cristal templado, una especie de bóveda de "pañuelo", que estará sobre una estructura de cables.

"Vamos a usar la última tecnología para que el ex convento cuente con salas de exposiciones y tenga como principal elemento museográfico al objeto arquitectónico. Respetando absolutamente los elementos y la estructura original, y sin perder los atributos históricos y estéticos del edificio, esperamos dotarlo de los elementos necesarios para que pueda operar como un museo del siglo XXI."



Un anexo en proyecto

El resto de los recursos, es decir 50 millones de pesos, será utilizado para la construcción de un edificio totalmente contemporáneo, que se levantaría como anexo del ex convento, en la Plaza Alonso García. En su momento, allí se situó el primer mercado de la Merced, señala Velázquez.

"Todavía no lo hemos resuelto, lo estamos evaluando; por eso prefiero no profundizar mucho en el tema. Su edificación dignificará el lugar, pues se convertirá en el vestíbulo de acceso al nuevo Museo de la Indumentaria", apunta.






Acciones

• Para reponer los fragmentos de las columnas se buscó el lugar de donde se extrajo la cantera con que se edificó el ex convento, y dieron con él. Paradójicamente, le llaman El Púlpito del Diablo y se encuentra en Amecameca, Estado de México.

• Para dar una idea de lo que era el piso original se excavaron 80 centímetros de tierra para que el recinto de 1678 luzca como en el pasado; se trabaja en la limpieza y restitución de piezas dañadas.



jueves, 7 de junio de 2012

LA CELEBRACION MAS IMPORTANTE DEL VIRREINATO CORPUS CHRISTI




Esta tradición es una festividad  muy arraigada a la religión católica, siendo una de las más importantes del año. En México estas fiestas españolas comenzaron a celebrarse cuando apenas comenzaba la época de la Colonia, pero ¿Quién trajo estas tradiciones?
Los primeros en comenzar a predicar la religión católica fueran los frailes franciscanos que llegaron con los conquistadores. Es muy probable que la primera celebración de Corpus Christi haya sido en 1536, el dato exacto no se conoce, pero debido a la gran importancia que tenía es muy probable que haya sido de las primeras en llevarse a cabo en la recién formada Nueva España.
Los preparativos de la fiesta comenzaban cuando el Ayuntamiento hacía el llamado a los corregidores y alcaldes de las localidades cercanas de la ciudad, a quienes se les encomendaba la tarea de que los naturales asistieran a las procesiones.
Esta celebración que se llevaba a cabo en Catedral, era preparada desde abril por medio de la Cédula Real, donde se solicitaba a los alcaldes mayores de los diferentes partidos que "…presten los indios necesarios para hacer la limpieza y aderezo  de las calles por donde pasa la Procesión del Santísimo Sacramento el día de Corpus Christi, en forma que se ha hecho en el pasado, sin alterar la costumbre en México…" La capital de Nueva España nombraba comisarios y mayordomos para que se encargaran de la organización de la festividad, y un factor que decisivo era la colaboración  de los pueblos circunvecinos, entre los que se encontraban: San Juan Teotihuacán, San Cristóbal Ecatepec, Apan, Teapulco, Tulancingo, Pachuca, Mexicaltzingo, Coatepec, Chalco, Cuernavaca, Coyoacán, la Villa de Guadalupe, entre otros más.
Durante el día de Corpus Christi la Plaza Mayor era toda una verbena, en el Portal de las Flores se podían ver como llegaban las canoas cargadas de deliciosas frutas y flores exóticas, haciendo una mezcla deliciosa de colores y aromas; cerca de la fuente que había frente al Palacio Virreinal bajo una columna se ponían  los puestos que vendían ricas y frescas aguas de limón con chía, Jamaica, horchata, guanábana, y muchas otras variedades más.
El repique de las campanas y el sonido que producía la artillería, daban aviso de que la misa estaba a punto de comenzar en Catedral, a ella asistían los fieles de la ciudad y de algunos lugares cercanos; en el atrio  y los jardines que rodeaban al templo, las personas que no habían alcanzado lugar en la iglesia esperaban el comienzo de la majestuosa procesión, cosa que por nada del mundo se perderían de ver.
Una vez que terminaba la misa, comenzaba la tan esperada procesión, observada por los atónitos asistentes desde las aceras, en los balcones y en las azoteas de las casas. La procesión tenía un orden muy riguroso. Comenzaba con las hermandades, sus estandartes y sus faroles colocados en bastones, adornados con cristal y vidrio de colores. Después seguían las cofradías con sus respetivos estandartes, grandes escapularios y velas en las manos. Luego aparecían las alumnas de las Hermanas de la Caridad vestidas de blanco, llevando cada una sus mazas de plata al hombro y eran seguidas por dos cuidadores de la Universidad, ataviados con trajes de terciopelo morado y mangas encarrujadas. Posteriormente seguían los colegios nacionales de gregorianos, mineros lateranos, alonsiacos y seminaristas, vistiendo sus trajes que los diferenciaban, las terceras ordenes con sus cruces antecedían  a las comunidades religiosas, precedidas por sus cruces y ciriales y por tres sacerdotes en el orden que sigue: mercedarios, camilos, agustinos, dieguinos, franciscanos y dominicos. Atrás de ellos, se encontraban los rectores  de los colegios y la Archicofradía  del Santísimo, con su estandarte del Santo Cristo; niños y niñas vestidos indios polleros con su huacal a la espalda y otros de ángeles con alas de metal, diadema, penacho de plumas y sandalias, abrían el paso a la Archicofradía de la Virgen de los Remedios, con sus bastones de plata rematados con maguey, cargada en andas por seminaristas. Después hacía su aparición el Santísimo Sacramente, conducido por las autoridades máximas de la iglesia, ataviados con sus vestiduras arzobispales, protegido por un palio de lama de plata con bordados y fleco de oro; al paso del Santísimo niños angelicales arrojaban obleas hechas pedacitos y pétalos de flores. Ya por último venían las autoridades gubernamentales y el ejército con sus distintas dependencias.
La parte más divertida de la fiesta ya se aproximaba,  que era la famosa tarasca, esperada con ansias por los niños deseosos de verla. La palabra tarasca viene del griego "theraca", que significa amedrentar, que representa al dragón infernal humillado por Dios Sacramentado, es decir, el bien vence al mal. Desafortunadamente esta fiesta fue prohibida por el virrey conde de Revillagigedo en el siglo XVII.
Ya para el año de 1842, las procesiones de Corpus Christi se siguieron realizando, pero sin la tarasca; los puestos fruta y aguas frescas siguieron vendiendo sus mercancías, para gusto de la gente que acudía a deleitar su paladar comiendo y bebiendo lo que ofrecían los marchantes.
Es muy probable que durante el siglo XIX los artesanos hayan empezado a elaborar las famosas mulitas cargadas con un huacalito; estas figuritas eran obsequiadas a los niños junto con dulces y alimentos.
En los pueblos de provincia las fiestas de Corpus, se caracterizaban por ser muy majestuosas y eran esperadas con mucho beneplácito por los habitantes fieles a la tradición; en algunos lugares a los animales se les daba muchísima importancia, y la celebración era más bien con motivo de llevarlos al atrio de la iglesia para bendecirlos, incluso los asomaban a las ventanas y balcones para que vieran la procesión.