OLOR A PINO
VIENEN LAS NAVIDADES
POR EL CAMINO.
El HAIKU es un poema japones, que consta de tres versos
de 5, 7, y 5 silabas, dando asi un total de 17.
Caracteristica del HAIKU es su relacion con un momento de la naturalezaa
describe un instante, que puede ser unico o repetido y cotidiano
MARIA CASPARIUS TOQUERO, PREMIO NACIONAL DE POESIA
HAIKU EN ESPAÑOL 1991 DE ENTRE 1269 PARTICIPANTES. QEPD.
En México, existe constancia de que en 1587, el religioso agustino fray Diego de San Soria, prior del convento de San Agustín acolman solicitó y obtuvo una bula del entonces Papa Sixto V para celebrar anualmente, en esa sede y otras del Virreinato, misas de aguinaldo desde el día 16 y hasta el 24 de diciembre.
Al inicio como todo festejo, estas fiestas se desarrollaron en los atrios de las iglesias y después se extendieron a la vía pública. Las calles se llenaban entonces de gente, que con gran bullicio se formaba en procesiones, había profusión de luces, tanto en las ventanas de las casas como con las velas que llevaba cada uno de los participantes; todo mundo cantaba y bailaba; pero en el momento preciso, se arrodillaba y rezaba adonde quiera que se encontraba. De esta manera lo religioso y lo profano formaban una mezcla de devoción y diversión que hace de las posadas mexicanas algo muy bello y único en el mundo.
En el siglo XIX las posadas se encontraban firmemente instaladas en el interior de las casas, pero las concentraciones en las calles y en las iglesias no se acabaron. Existen reseñas de aquél siglo que describen varios tipos de posadas llevadas a cabo por diferentes grupos sociales como la alta sociedad, donde celebraban con gran suntuosidad y sin escatimar en decoración, belleza y variedades de figuras del nacimiento y fuegos de artificio. Se cuenta que había niños vestidos de ángeles que llevaban túnicas de tela metálica con hilos de plata o de oro, penachos de plumas blancas, alas de gasa, zapatos de satín blanco, bordados en oro y una profusión de finos diamantes y perlas en cintas para la cabeza, broches y collares.
En las casas de la clase media solían festejar nueve veladas y adornaban con heno, ramas de pino, farolas de papel o vidrio, y se celebraba la posada de manera parecida a la actualidad, con la diferencia de que tronaban ruidosos cohetes y rezaban al momento de la entrada de los peregrinos a la casa, después de pedir posada.
En la mitad del siglo XX, y hasta la fecha, los adornos de faroles se reemplazaron por foquitos de colores y luces eléctricas. Ya no hay músicos vivos y se tocan discos para alegrar la fiesta. El ejército de sirvientes que una vez ostentaba la clase alta del siglo XIX, se redujo notablemente a uno o dos criados. En vez de tronar cohetes se distribuyen a los invitados centellantes luces de bengala. Se comenzó a obsequiar frutas, cacahuates y canastitas con colación a la gente mayor. En el pasado eran canastas de porcelana que se guardaban como recuerdo, pero más tarde se hacían de palma tejida o de cartoncillo, adornadas con papel de china de colores. Hoy en día la colación se reparte en bolsas de plástico con detalles navideños.
Actualmente no todas las familias conservan las costumbres del pasado y esto se ha agudizado durante los últimos lustros. En muchas ocasiones, las posadas se han convertido en bailes de salón, donde ya no se recuerda la razón del festejo. Sin embargo, vale la pena revivir la tradición de las posadas clásicas como lo hacen en algunas vecindades o conjuntos habitacionales donde todos los vecinos colaboran, y cada quien se encarga de algún aspecto de los preparativos para hacer la ocasión lúcida y agradable. Para ello, te presentamos lo necesario para organizar una posada tradicional mexicana:
- Peregrinos
- Libro de letanía
- Velas
- Colación
- Silbatos
- Canastas de papel o de palma
-piñata
- Soga o mecate
- Fruta: cacahuates, mandarinas, limas, tejocotes, caña, etc.
- Luces de bengala
- Si se desea, pueden repartirse atole, buñuelos y/o tamales a los invitados.
• Se adorna la casa con faroles de papel y papel picado.
• Para la procesión, los invitados deben formar una fila y cantar los párrafos de la letanía, al frente de ellos deben ir los Santos Peregrinos.
• Posteriormente, los asistentes se dividen en dos grupos: el primero pedirá posada fuera de la casa y el segundo se colocará dentro de ella para responder a los cantos y dar posada.
• Al terminar el acto religioso, se repartirá la colación en canastitas de papel, además de las luces de bengala y los silbatos.
• El momento más esperado de la posada llega: la ruptura de la piñata.
• Una vez que se haya roto la piñata, se reparte una porción de fruta a cada invitado. Finalmente se dará por terminada la fiesta degustando un vaso con ponche o atole para contrarrestar el frío; estas serán el complemento ideal de los tamales y los buñuelos hechos en casa.
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