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sábado, 22 de octubre de 2011

UNA DELICIA MEXICANA, EL MOLE



 
El mole es uno de los platillos más representativos de México  y fue creado para  disfrutarse en grandes celebraciones.
El origen del mole se ubica en las grandes cocinas de los conventos poblanos de la Colonia.
En dichos conventos fue donde se fortaleció y perfeccionó el arte culinario mexicano, pues se agasajaba frecuentemente a las grandes personalidades civiles y religiosas del Virreinato. Cuenta la leyenda, que en una ocasión Juan de Palafox, Virrey de la Nueva España y arzobispo de Puebla, visitó su diócesis, un convento poblano le ofreció un banquete, para el cual los cocineros de la comunidad religiosa se esmeraron especialmente.
El cocinero principal era fray Pascual, que ese día corría por toda la cocina dando ordenes ante la inminencia de la importante visita.
Se dice que fray Pascual estaba particularmente nervioso y que comenzó a reprender a sus ayudantes, en vista del desorden que imperaba en la cocina.

El mismo fray Pascual comenzó a amontonar en una charola todos los ingredientes para guardarlos en la despensa y era tal su prisa que fue a tropezar exactamente frente a la cazuela donde unos suculentos guajolotes (es como se le llama al pavo en México)  estaban ya casi en su punto.
Allí fueron a parar los chiles, trozos de chocolate y las más variadas especias echando a perder la comida que debía ofrecerse al Virrey.
Fue tanta la angustia de fray Pascual que éste comenzó a orar con toda su fe, justamente cuando le avisaban que los comensales estaban sentados a la mesa.
Un rato más tarde, él mismo no pudo creer cuando todo el mundo elogió el accidentado platillo.


Esta leyenda tuvo tanta acogida popular que incluso hoy, en los pequeños pueblos, las amas de casa apuradas invocan la ayuda del fraile con el siguiente verso: "San Pascual Bailón, atiza mi fogón".

No obstante, lo seguro es que el mole no es producto de una casualidad, sino el resultado de un lento proceso culinario iniciado desde la época prehispánica y perfeccionado, sí, en la Colonia, cuando la Cocina Mexicana se enriqueció con elementos asiáticos y europeos.


 


RECETA DEL PAN DE MUERTO.


 
RECETA DEL PAN DE MUERTO.

Uno de los propósitos del día de muertos es la convivencia con la familia y la preparación de alimentos especiales para los fieles difuntos. Anímate a preparar un delicioso Pan de Muerto. Aquí te presentamos su receta.

 

 

 

Esta tradición vigente desde los antiguos pobladores mexicanos está cargada de muchos simbolismos que incluso los historiadores no han llegado a establecer, debido a que existen diferentes teorías sobre los elementos que componen este delicioso y especial pan; desde los huesos hechos de masa que se dice simbolizan los del difunto a quien se recuerda, o que representan los 4 puntos cardinales, hasta la creencia en algunos lugares de que sus ingredientes tienen gran importancia por su asociación con los elementos de la tierra y la vida.

Este bocadillo le ha generado más por investigar a los historiadores debido a la variedad de panes que hay en otras regiones de México donde se elaboran en forma de animales o inclusive les agregan azúcar roja para asemejar la sangre. No obstante, te presentamos la receta del pan tradicional para que no falte en tu mesa y en tu ofrenda en estas fiestas de muertos.
Receta de: Ángel Arturo Ramírez García, La Concepción, Veracruz

Ingredientes:

1 kilo de harina
30  gramos de levadura instantánea
10  gramos de Maximix 40 (acelerador que se encuentra en las tiendas donde venden ingredientes para panaderías.) optativo,
300  gramos de azúcar
5  gramos de sal
8 huevos
100  gramos de mantequilla
80  gramos de manteca vegetal
200 mililitros de agua (1 taza)

Preparación:

Mezcle la harina con la levadura, el maximix 40. Forme una fuente y en el centro ponga la sal, el azúcar, la mantequilla y la sal. Añada los huevos poco a poco, mezclando bien. Agregue poco a poco el agua y amase de 30 a 40 minutos o 15 minutos en la batidora con el gancho especial.
Deje reposar hasta que doble su tamaño. Forme los panes, decorándolos con huesitos hechos de la misma masa o unos monitos que parezcan muertitos. Unos se embarran con una mezcla de huevo y agua y se espolvorean con ajonjolí, los otros se espolvorean con azúcar. Deje a que doblen su tamaño y meta en horno precalentado a 180º C, durante 25 minutos o hasta que estén cocidos. Esto se sabe cuando al pegarles por la parte de abajo, suena hueco.

 


viernes, 21 de octubre de 2011

*Obesidad Mental*




 



 


 
 
 
MENTAL OBESITY: OBESIDAD MENTAL

El profesor Andrew Oitke publicó su polémico libro «Mental Obesity»,que revolucionó los campos de la educación, periodismo y relaciones sociales en general.
En esa obra, el catedrático de Antropología en Harvard introdujo el concepto del epígrafe para describir lo que consideraba el peor problema de la sociedad moderna.
«Hace apenas algunas décadas, la Humanidad tomó conciencia de los peligros del exceso de gordura física por una alimentación sin reglas.
Estamos ahora en el momento de notar que nuestros abusos en el campo de la información y conocimiento están creando problemas tanto o más serios que esos.»
Según el autor, «nuestra sociedad está más abarrotada de preconceptos que de proteínas, más intoxicada de lugares comunes que de hidratos de carbono. La gente se vició de estereotipos, juicios apresurados, pensamientos tacaños, condenas precipitadas.
Uno de los capítulos más polémicos y contundentes de la obra, titulado "Los Buitres", afirma:
Todos opinan sobre todo, pero no saben nada. Los cocineros de esta magna "fast food" intelectual son los periodistas y comentaristas, los editores de la información y los filósofos, los argumentistas y realizadores de cine.
Los noticieros y telenovelas son las hamburgers del espíritu, las revistas y novelas son los donuts de la imaginación.»
El problema central está en la família y en la escuela.
Cualquier padre responsable sabe que sus hijos se enfermarían si comieran solamente dulces y chocolate
No se entiende, entonces, cómo es que tantos educadores aceptan que la dieta mental de los niños esté compuesta por dibujos animados, videojuegos y telenovelas.
Con una «alimentación intelectual» tan cargada de adrenalina, romance, violencia y emoción...es normal que esos jóvenes nunca consigan después una vida saludable y equilibrada.»
«El periodista se alimenta hoy casi exclusivamente de cadáveres de reputaciones, de detritos, de escándalos, de los restos mortales de las realizaciones humanas.
La prensa dejó hace mucho de informar, para solo seducir, agredir y manipular.»
El texto describe cómo los reporteros se desinteresan de la realidad, para centrarse solamente en el lado polémico y chocante.
«Sólo la parte muerta y podrida de la realidad es la que llega a los periódicos.» -Mi acotación...muchos que solo viven de DDHH y lejanas muertes
Otros casos referidos crearon una conmoción que perdura
«El conocimiento de las personas aumentó, pero lleno de banalidades.
Todos saben que Kennedy fue asesinado, pero no saben quién fue Kennedy
Todos dicen que la Capilla Sixtina tiene techo, pero nadie siquiera sospecha para qué sirve.
Todos creen que Saddam es malo y Mandela es bueno, pero ni desconfían por qué.
Todos conocen que Pitágoras tiene un teorema, pero ignoran qué es un cateto».
Las conclusiones del tratado, ya clásico, son arrasadoras.
«No sorprende que, en medio de la prosperidad y abundancia,
las grandes realizaciones del espíritu humano estén en decadencia.
La família es discutida, la tradición olvidada, la religión abandonada,
la cultura se banalizó, el folklore entró en caída libre, el arte es fútil...paradojal o enfermo.
Florece la pornografia, el charlatanismo, la imitación, la insipidez, el egoísmo.
No se trata de una decadencia, una «edad de las tinieblas» o el fin de la civilización, como tantos pregonan.
Es solo una cuestión de obesidad. El hombre moderno está adiposo en el raciocínio, gustos y sentimientos.
El mundo no precisa de reformas, desarrollo, progresos. Precisa sobre todo de una dieta mental!!

martes, 18 de octubre de 2011

PON TU OFRENDA DE MUERTOS


 

 







La tradicional ofrenda de muertos tiene sus orígenes en los antiguos altares precolombinos, los cuales dedicaban a sus deidades y cuya temporalidad variaba de acuerdo a las fechas en las que se les festejaba.
De acuerdo al calendario prehispánico, cada dios patrocinaba un espacio de tiempo determinado. Así, las ofrendas pertenecientes al Mictlantecuchtli, señor de los muertos, coincidían con elmes de noviembre en el calendario gregoriano. Los españoles, en su misión por institucionalizar el cristianismo en tierras mesoamericanas, decidieron empatar ambas visiones, engendrando un sincretismo muy complejo, que dio vida a algunas fiestas como las del Día de Muertos. La concepción de los antiguos mexicanos sobre las almas que nunca se van del todo y que conviven con los vivos, se emparejó con una concepción muy similar a la de los europeos, la cual heredaron los egipcios y los chinos. Es por esta mezcla cultural que hoy no se puede imaginar la cruz cristiana en una ofrenda sin la foto del difunto y unas flores de CEMPASUCHITL.

Según la tradición, el altar comienza a montarse desde el 30 o 31 de octubre y permanece hasta el 2 o 3 de noviembre (dependiendo la región de México). Se dice que el 31 de octubre llegan las almas de los niños y se van al medio día del 1 de noviembre, justo cuando llegan las de los adultos para disfrutar de los ofrecimientos levantados en su memoria y retirarse al siguiente día.
Te presentamos los elementos que debes tomar en cuenta para instalar tu propia ofrenda y dedicársela a aquellos difuntos que tanto quieres.

NIVELES

En muchos lugares de México se acostumbra levantar ofrendas de siete, tres o dos niveles, cada uno con un significado diferente. Se dice que éstos dependen del número de ofrendas que se le han dedicado al occiso. Otras versiones afirman que cada nivel simboliza algo distinto; por ejemplo, el primero (en algunos casos un primer escalón y en otros el piso) lleva elementos referentes a la tierra como frutos o un petate, mientras que en el último se coloca el retrato del difunto para simbolizar el lugar donde se encuentra: el cielo. Los niveles se pueden realizar con cajas resistentes, mesas, tablas, entre otros materiales.

ELEMENTOS QUE NO PUEDEN FALTAR EN TU OFRENDA


Flor de cempasúchil: o "flor de los mil pétalos" es probablemente el principal elemento. Su lugar en los altares se debe a su florecimiento después de la temporada de lluvias. Sus pétalos son utilizados para trazar caminos que dirigen a las almas de la entrada del hogar a la ofrenda, además de colocarse en floreros y arcos.
flor de cempasúchil
 
Arcos: representa la puerta que da la bienvenida a los fieles difuntos. Por la ubicación actual de las ofrendas dentro de los hogares, hoy en día es raro ver una con un gran arco elaborado de flor de cempasúchil. En diversas regiones del país los elaboran con carrizos de bambú atados con lazos.
Arco ofrenda de Día de Muertos

Calaveritas de azúcar: aunque en un inicio eran de amaranto (pues el azúcar no existía como tal entre los mesoamericanos), estas figurillas dulces evolucionaron como una representación de los difuntos a quienes se dedica la ofrenda, es por esto que se les agrega su nombre en la frente.
calaveritas de azúcar

Pan de muerto: otro de los elementos infaltables en las ofrendas. 
pan de muerto

Papel picado: Se dice que representa al aire, uno de los cuatro elementos presentes en la ofrenda.
Papel picado Día de Muertos

Agua: se colocan vasos con agua para la sed de las almas viajeras y como representación de uno de los cuatro elementos.

Retrato del difunto: su nombre lo dice todo. Generalmente se coloca en el nivel superior de la ofrenda.

Incienso o copal: otra representación del aire y guía olfativa para los fieles difuntos que nos visitan.

Color morado: si la ofrenda de muertos en sí ya es colorida, no debe faltar este color. tradicional del luto.

Veladoras: en representación del fuego, una por cada difunto para iluminar su camino a casa.

Platillos y bebidas preferidas del difunto: lo dice todo.

Dulces mexicanos: para las almas de los más pequeños.

Frutos: principalmente la caña es uno de los frutos presentes en las ofrendas ya que en varias regiones de México representa los huesos.