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lunes, 12 de marzo de 2012

FW: Escrito a mano





¿Cuánto hace que no experimentamos el placer de recibir una carta manuscrita en letra cursiva? La caligrafía es una habilidad humana en rápida extinción, porque ya casi no se enseña en las escuelas.
 
En Inglaterra se vuelve a usar la estilográfica para que los estudiantes aprendan la grafía. En Francia también se considera que no se debe prescindir de esa habilidad, pero allí el problema reside en que ya no la dominan ni los maestros.
Aunque el mundo adulto no está aún preparado para recibir las nuevas inteligencias de los niños producto de la tecnología, la pérdida de la habilidad de la escritura cursiva explica trastornos del aprendizaje que advierten los maestros e inciden en el desempeño escolar.
 
En la escritura cursiva, el hecho de que las letras estén unidas una a la otra por trazos permite que el pensamiento fluya con armonía de la mente a la hoja de papel. Al ligar las letras con la línea, quien escribe vincula los pensamientos traduciéndolos en palabras.
 
Por su parte, el escribir en letra de imprenta implica escindir lo que se piensa en letras, desguazarlo, anular el tiempo de la frase, interrumpir su ritmo y su respiración.
 
Si bien ya resulta claro que las computadoras son un apéndice de nuestro ser, hay que advertir que favorecen un pensamiento binario, mientras que la escritura a mano es rica, diversa, individual, y nos diferencia a unos de otros.
 
Habría que educar a los niños desde la infancia en comprender que la escritura responde a su voz interior y representa un ejercicio irrenunciable. Los sistemas de escritura deberían convivir, precisamente por esa calidad que tiene la grafía de ser un lenguaje del alma que hace únicas a las personas. Su abandono convierte al mensaje en frío, casi descarnado, en oposición a la escritura cursiva, que es vehículo y fuente de emociones al revelar la personalidad, el estado de ánimo.
 
Posiblemente sea esto lo que los jóvenes temen, y optan por esconderse en la homogeneización que posibilita el recurrir a la letra de imprenta. Porque, como lo destaca Umberto Eco, que interviene activamente en este debate, la escritura cursiva exige componer la frase mentalmente antes de escribirla, requisito que la computadora no sugiere.
 
En todo caso, la resistencia que ofrecen la pluma y el papel impone una lentitud reflexiva.
 
Como en tantos otros aspectos de la sociedad actual, surge aquí la centralidad del tiempo. Un artículo reciente en la revista Time, titulado: Duelo por la muerte de la escritura a mano, señala que es ése un arte perdido, ya que, aunque los chicos lo aprenden con placer porque lo consideran un rito de pasaje, "nuestro objetivo es expresar el pensamiento lo más rápidamente posible. Hemos abandonado la belleza por la velocidad, la artesanía por la eficiencia.
 
La escritura cursiva parece condenada a seguir el camino del latín: dentro de un tiempo, no la podremos leer". Abriendo una tímida     ventana a la individualidad, aún firmamos a mano. Por poco tiempo...
 
 


sábado, 3 de marzo de 2012

UN 0 ABSOLUTO, O REALMENTE UN 10.





EL ESTUDIANTE QUE SACÓ 0% EN UN EXAMEN
(Yo le hubiera dado 100%)
P1. ¿En qué batalla murió Napoleón? * en la última


P2. ¿Dónde fue firmada la Declaración de la Independencia?
* al final de la página


P3. ¿El río Ravi corre en qué estado?
* líquido


P4. ¿Cuále es la primera causa de divorcio?
* El matrimonio


P5. ¿Qué no se puede comer nunca al desayuno?
* El almuerzo y la cena


P6. ¿A qué se parece la mitad de una manzana?
* A la otra mitad


P7. Si tiramos una piedra roja en el mar azul, ¿qué le pasará?
* Se mojará


P8. ¿Cómo puede permanecer un hombre 8 días sin dormir?
Durmiendo de noche


p9. ¿Cómo podemos levantar un elefante con una sola mano?
Nunca vamos a encontrar un elefante que tenga una sola mano.


P10. Si usted tuviera tres manzanas y cuatro naranjas en una mano, y cuatro manzanas y tres naranjas en la otra, ¿qué tendría?
* Unas manos muy grandes


P11. Si se necesitaron ocho hombres para construir un muro en diez horas, ¿cuánto tiempo les tomaría a cuatro hombres construir el mismo muro?
Ningún tiempo, el muro ya está construído.


P12. ¿Cómo se puede dejar caer un huevo crudo en un piso de concreto sin quebrarlo? *
De cualquier manera, un huevo crudo no puede quebrar un piso de concreto.


jueves, 1 de marzo de 2012

EL SALARIO ROMANO


 
Hoy en día, tal como están las cosas, los que tenemos la suerte de tener un salario, comprobamos como disminuye mes a mes… y gracias. Nos vamos a dar un paseo por la antigua Roma, y gracias al Edicto de Precios Máximos o el Edicto de Diocleciano, vamos a ver qué salarios recibían algunas profesiones y a qué precios tenían que hacer frente.
Pergamino del Edicto
Cayo Aurelio Valerio Diocleciano Augusto, para los amigos Diocleciano, nació en el seno una familia humilde y fue escalando puestos en la jerarquía militar hasta convertirse en el comandante de la caballería del emperador Caro. Tras la muerte de Caro y de su hijo Numeriano, Diocleciano fue aclamado emperador por el ejército y gobernó desde el 20 de noviembre de 284 hasta el 1 de mayo de 305.
Durante lo segunda mitad del siglo III el Imperio Romano sufre una grave crisis -crisis imperial- alimentada por las guerras civiles, las luchas por el poder, la presión de los bárbaros, la peste y una profunda depresión económica agravada por los caprichos monetarios (acuñando moneda propia) de los codiciosos emperadores. En 301, para poner un poco de orden, Diocleciano decide promulgar el Edicto de Precio Máximos para estabilizar la moneda y atemperar la grave crisis económica. El cumplimiento del edicto era obligatorio en todo el Imperio y, además, fijar precios superiores estaba penado con la muerte. Esto son algunos de los precios y salarios, en denarios, que se fijaron en el edicto:
  • Salarios:
  • Trabajador agrícola  - 25 al día
  • Carpintero o albañil –  50 al día
  • Pintor (brocha gorda) –  75 al día
  • Pintor (de cuadro) – 150 al día
  • Tejedor de lana – 175 por manto
  • Panadero –  50 al día
  • Construcción de barcos, fluviales y marítimos –  50 y 60 al día respectivamente.
  • Arriero – 25 al día
  • Barbero/peluquero – 2 por persona
  • Limpiador de cloacas - 25 al día
  • Escriba, para mejorar la escritura – 25 por cada 100 líneas. Redacción de peticiones o documentos públicos – 10 por cada 100 líneas.
  • Maestro: desde 50 al mes por alumno para los de niños hasta 250 al mes por alumno para los de Retórica.
  • Legionario medio – 15.400 al año incluido el valor del trigo que recibían al año.
  • Guardia Pretoriana – 19.000 al año incluido el trigo.
  • Precios
  • Trigo, un modio (8,75 kg.) –  100
  • Cebada y centeno, un modio – 60
  • Lentejas, un modio – 100
  • Sal, un modio – 100
  • Judías, un modio – 100
  • Arroz, un modio – 200
  • Vino, como un Rioja o Ribera del Duero, un sextarius (1/2 litro) – 30
  • Vino de mesa o de la casa, un sextarius – entre 8 y 16  
  • Cerveza gala, un sextarius - 4
  • Cerveza egipcia, un sextarius – 2
  • Miel, como la de la Alcarria, un sextarius – 40
  • Aceite de oliva, un sextarius – 40
  • Carne de cerdo o de venado, una libra (326 gramos) - 12
  • Carne de vaca, una libra – 8
  • Un pollo – 60
  • Un faisán – 250
  • Pescado de mar, una libra – entre 16 y 24. Para los de río, un libra – entre 8 y 12
  • Pescado salado, una libra – 6
  • Mantequilla, una libra – 16
Es muy difícil hacer una comparativa de estos precios con los actuales pero puede servir para hacernos una idea de lo que podía adquirir cada ciudadano romano con su salario y las diferencias entre las distintas profesiones. Además, también hay que tener en cuenta que el porcentaje del salario que gastamos en alimentos nada tiene que ver con el empleado en la antigua Roma. Como curiosidades: la gratificación por una victoria de un gladiador podría equivaler a la salario anual de un maestro y el auriga Cayo Apuleyo Diocles, el Fernando Alonso de la época, llegó a ganar en toda su carrera unos 35 millones de sestercios (un denario – cuatro sestercios) en el siglo II.

MARZO



Al ver la realidad actual sin valores morales,

me apena haber crecido en ella.






Marzo es el tercer mes del año en el calendario gregoriano y tiene 31 días. Su nombre deriva del latín Martivs, que era el primer mes del calendario romano. Martivs a su vez se deriva de Mars, el nombre en latín de Marte, dios romano de la guerra.

Durante marzo ocurre, alrededor del día 21, uno de los dos equinoccios del año. Este es el equinoccio de primavera en el hemisferio septentrional y el equinoccio de otoño para el hemisferio meridional.
La piedra de marzo es el aguamarina, y su flor, el narciso.

Acontecimientos en marzo